2016.- ESTADOS UNIDOS.- DIR.: Kenneth
Lonergan.- INT.: Casey Affleck, Michelle Williams, Kyle Chandler,
Lucas Hedges, Tate Donovan, Erica McDermott, Matthew Broderick,
Gretchen Mol, Kara Hayward, Susan Pourfar, Christian J. Mallen,
Frankie Imbergama, Shawn Fitzgibbon, Richard Donelly, Mark Burzenski,
Mary Mallen.
Mi puntuación es ★★★★★★★★☆☆
Lee
Chandler (Casey Affleck) es un solitario encargado de mantenimiento
de edificios de Boston que se ve obligado a regresar a su pequeño
pueblo natal tras enterarse de que su hermano Joe ha fallecido. Allí
se encuentra con su sobrino de 16 años, del que tendrá que hacerse
cargo. De pronto, Lee se verá obligado a enfrentarse a un pasado
trágico que le llevó a separarse de su esposa Randi (Michelle
Williams) y de la comunidad en la que nació y creció.
(FILMAFFINITY)
Mi comentario: Un descuido, un
error....puede costarte muy caro. Tanto es así que no volverás a
ser el mismo y tu vida se habrá acabado, por lo menos interiormente.
El desequilibrio que te produce es tal, que todos tus actos estarán
guiados por una culpabilidad que te persigue, un aislamiento
voluntario y un querer romper con todo lo que te rodeaba.
Esta situación es la de nuestro
protagonista, en una película intensa, que nos traslada fielmente a
ese mundo de dolor e incomprensión, y en la que nos vamos metiendo
sin darnos cuenta en el mismo laberinto de nuestro solitario Lee
Chandler.
Si a lo anterior añadimos la repentina
muerte de su hermano, con el que estaba muy unido desde la distancia
y antes de su aislamiento, tendremos un marco de aflicción del que
es muy difícil liberarse.
Te impresiona. No hay nadie, como en
otras, que le sirva de consuelo ni seguramente el lo hubiera
aceptado. Es como si solamente estuviera viviendo esperando que le
llegue la hora; sin más. No reclama el perdón de nadie (la mujer se
lo ofrece y lo rechaza), quiere asumir su culpa y la resignación
la convierte en hostilidad.
El punto de vista del chico y las
reacciones para con su tío, son dignas de tenerlas en cuenta. Es un
fiel reflejo de una rutina que se ve alterada y que ninguno de los
dos esta preparado para afrontarla.
Parece que el papel estuviera hecho a
la medida, es el único principal; los demás son secundarios a gran
distancia.
Buen film, buena interpretación, el
clima emotivo te envuelve desde la primera escena, te transfiere esas
turbaciones reflejadas en frases incompletas, buenos diálogos, las
miradas (sobre todo la de Afleck), los silencios, el ritmo apropiado,
y por último nos queda esa sensación, que varias vidas se
rompieron por el camino.