2016.- ESPAÑA.- DIR: Iciar Bollaín.-
INT: Anna Castillo, Javier Gutiérrez, Pep Ambrós, Manuel Cucala,
Miguel Ángel Aladrén.
Mi puntuación: ★★★★★✰✰✰✰✰
Alma
tiene 20 años y adora a su abuelo, un hombre que lleva años sin
hablar. Cuando el anciano se niega también a comer, la chica decide
recuperar el árbol milenario que la familia vendió contra su
voluntad. Pero para ello, necesita contar con la ayuda de su tío,
una víctima de la crisis, de su amigo Rafa y de todo el pueblo. El
problema es saber en qué lugar de Europa está el olivo.
(FILMAFFINITY)
Mi comentario: Esa prevalencia tan
acusada de los sentimientos como ideales reivindicativos de una causa
noble frente a las mentes perversas especulativas que venden un bien
para el lucro material y tan espantoso como es abrir un restaurante
con el que ganarse la vida (para mayor proclividad quiebra, el dinero
era para fines ilícitos y hay abusos de por medio), ese dedo
acusador que de forma tacita inclina al espectador de manera
determinante hacia el repudio de los familiares de nuestra
protagonista; es lo que no me gustó en los comienzos de la película.
Y ante mi sorpresa, la cosa fue
cambiando, no por que aflojara en su determinación de mostrarnos su
lucha frente a tamaña perversidad o de una posible comprensión,
sino que nos lleva por otros derroteros, en el que uno se queda
expectante que nos deparará la situación fabricada sobre una
mentira. He de decir que disfruté a partir de entonces, nos regala
momentos de comicidad, amor callado y no correspondido, nostalgia,
imprime un ritmo adecuado a su desarrollo y lo mas plausible, no cae
en soluciones imposibles a base de situaciones inverosímiles o
grandilocuentes, que habría sido fácil por mor de las
circunstancias. El desenlace es el mejor que pudo darse, con las
pausas necesarias y el detenimiento en los detalles y gestos
necesarios para una secuencia con tanta fuerza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario