2015.- REINO UNIDO.- DIR.: Todd
Haynes.- INT.: Cate Blanchett, Rooney Mara, Sara Paulson, Kyle
Chandler, Jake Lacy, Cory Michael Smith, Carrie Brownstein, John
Magard, Kevin Crowley, Gielreath, Ryan Wesley Gilreath, Trent
Rowland, Jim Dougherty, Douglas Scott Sorenson, Nik Pajic.
Mi puntuación ★★★★★★★☆☆☆
Nueva
York, años 50. Therese Belivet (Rooney Mara), una joven dependienta
de una tienda de Manhattan que sueña con una vida mejor, conoce un
día a Carol Aird (Cate Blanchett), una mujer elegante y sofisticada
que se encuentra atrapada en un matrimonio infeliz. Entre ellas surge
una atracción inmediata, cada vez más intensa y profunda, que
cambiará sus vidas para siempre. (FILMAFFINITY)
Mi opinión: Basada en la novela
“Carol” o como en un principio se llamó “El precio de la sal”
de Patricia Highsmith y escrita en 1951 con el seudónimo de Claire
Morgan, fue rechazada por todos los editores debido a la relación
lésbica que contenía.
Abordar este tipo de cuestiones tiene
siempre un plus de dificultad; pues lo decisivo, es encontrar ese
punto medio que la haga identificarse como un film que será siempre
recordado al mencionarse este tipo de contenidos. Así, si lo
planteas de una manera banal: te parecerá frívola, sin profundidad
y sin adentrarse en el verdadero problema, que debido a la época que
se desarrolla era muy pronunciado; y si por el contrario lo
dramatizas, lo acompañas de escenas fuertes y lo llevas al máximo
extremo de los impedimentos de un entorno incrédulo: puede parecer
escabrosa, destinada a sacar la morbosidad que todos llevamos dentro.
En este caso lo soluciona muy bien.
Rehuye de convencionalismos, dirige a los actores para que se metan
en un papel que parece indicado exclusivamente para ellos; en ningún
momento te parece que están forzando una situación incomoda. Nos
llega muy nítido el mensaje de la decisión tomada, y de conseguir
sus objetivos pese a quien pese.
El hecho que Therese este descubriendo
su orientación sexual, lleva al espectador a identificarse con ella.
Su aspecto dulce y de niña desprotegida, ahonda más en esa
sensación de desear que no resulte dañada, que se acepte como es y
que de rienda suelta a sus impulsos. Comprobamos que en ningún
momento es una critica a este tipo de relaciones, bien al contrario,
nos lo muestra con toda naturalidad a pesar de las adversidades.
Muy conseguida la atmósfera que crea
en las escenas y que resulta imprescindible para meterte en ese
ambiente intimista. Las miradas con ese espacio de segundos que en
otra cinta resultarían incómodos, aquí son la continuación de la
trama; los silencios se convierten en diálogos, expresándonos todo
lo que desean y no lo pueden decir con palabras.
Se puede decir, sin temor a
equivocarse, que es bella. Tiene esa tonalidad oscura, que lleva
implícito la singularidad de su relación y ese punto de rebeldía
que toda mujer en esta situación tiene que llevar a cabo; lástima
la incomprensión de un entorno, que aunque se nos muestra muy
avanzado, es muy reacio a admitir.
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