2017.- FRANCIA.- DIR.: Xavier Beauvois INT.: Nathalie Baye, Iris Bry, Olivier Rabourdin, Laura Smet, Yann Bean, Cyril Descours, Ophélie-Marion Debiais
Sinopsis: Año 1915, en plena I Guerra Mundial. Los hombres están en el frente y las mujeres se han quedado para defender las tierras. Hortense, una madre de familia trabajadora sin límites, emplea en su granja a Francine, una joven de la asistencia pública, para que le ayude en el trabajo, ya que Solange, la hija, se niega a hacerlo. Las dos mujeres se van a llevar bien desde el primer momento. (FILMAFFINITY)
Cuando los silencios lo dicen todo. Cuando las miradas se detienen por un espacio
de tiempo suficiente para transmitirnos una sensación. Cuando la luz y la
ambientación es tan fidedigna, que te transporta a esos territorios y a esa época.
Se puede decir sin ningún género de dudas, que tenemos delante una gran película.
Los sucesos de la primera guerra mundial, vivida por una
familia en toda su crudeza, nos permiten integrarnos en una realidad con todas sus miserias, y porque no; sus
esperanzas. Sin olvidar el egoísmo de la condición humana, incluso en las
peores circunstancias.
Creo que ese ritmo y esa recreación repleta de claroscuros,
son necesarios para revestir de mayor soledad, unas vidas que siempre están esperando
que algún familiar haya caído en el frente. Esa incertidumbre que tienen que soportar, dará pie a unos diálogos
escasos y a unas personalidades muy curtidas, pues son ellas quienes tienen que
llevar las cosechas y por tanto “Las
guardianas” de sus tierras.
Buen film, fantástica caracterización, magistral fotografía,
buena dirección, y buena interpretación. Sobre todo Francine, la empleada (Iris
Bry), que se puede decir, es en quien gira toda la historia. Y bien también
Hortense, una madre (Nathalie Baye) arrepentida, pero con unas convicciones lo
suficientemente arraigadas para no reconocer su error.
Hay que verla pero sabiendo lo que te vas a encontrar, de otra manera, te
puede parecer tediosa.